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El Silencio en lo Abstracto

EL SILENCIO EN LO ABSTRACTO

 

Buenas noches, antes que nada quiero agradecer por su apoyo y colaboración para que esta exposición se realizara:

 

Al Maestro Pericles Lavat Director del Centro Morelense de las artes, a Pável Mora, Pedro Mantecón y todo el equipo de ésta institución, al Maestro Víctor Romero y la Maestra Georgina Velasco por su dedicación y dejarse envolver por el silencio planteado por mi obra; a mi familia: mi papá, mamá, hermanos sobrinos, amigos y colegas por su siempre apoyo, a Ale; todos y cada uno de ustedes han colaborado directa e indirectamente para que el proyecto se pudiera realizar.

 

Justo ayer caí en cuenta, al hablar con mi ex maestro y ahora amigo Marcos Límenes, que hace 20 años entré a mi primer taller de dibujo en ésta institución, y hace 15 años que expuse en ésta misma galería.

 

Recuerdo a un grupo de Maestros artistas comprometidos con un proyecto que logró formar artistas que ahora están dedicados al arte en sus distintas ramas. Los Maestros: Manuel Lavaniegos, Gustavo Pérez, Edgar Guzmán, Pericles Lavat, Luis Lombardo, Rosario García, Marcos Límenes, Iván Gardea, Philip Rolland, la Maestra Meri, entre muchos otros dedicaron tiempo y esfuerzo a un proyecto que hoy está más que consolidado y es labor de los nuevos maestros darle continuidad sin olvidar lo logrado años atrás.

 

El tiempo pasa, los proyectos continúan. Hace 15 años fue el proyecto Vestigio Tácito, hoy El Silencio en lo abstracto. Misma institución, diferentes personas, misma energía.

 

El proyecto El silencio en lo abstracto fue realizado en el Centro Banff en Canadá; consistió en crear una serie escultórica de madera tallada logrando plasmar a través de ideogramas las sensaciones producidas por el entorno a través del tema del silencio. Una vez terminadas las piezas se creó una ambientación con luces y sombras y es ahí en donde la obra se complementa e interactúa con el observador.

 

Hace 15 años invité a un grupo de amigos para que se presentaran con su grupo en mi exposición, hoy la música forma parte del proyecto, música y danza complementando  la obra.

 

El arte no es ajeno al entorno,  la interdisciplina nos muestra que el complemento enriquece, lo vuelve único; cito textual la tesis de maestría del profesor Víctor Romero:

 

“Este carácter efímero de la danza ha hecho que la experiencia artística-estética sea valorada desde una perspectiva relacionada con la vivencia personal o comunitaria; es decir, formar parte de algo que sabemos que se va y tal vez no vuelva a repetirse de la misma manera, hace que la daza trascienda de una manera más profunda para uno: el carnaval, la fiesta, los ritos etc. Son experiencias únicas en las cuales el espectador forma parte de ellas…”

 

El silencio en lo abstracto invita al espectador a interactuar con el espacio, se generan ritmos y silencios, una meditación, un gran mantra, una melodía. La música del silencio se lleva dentro, los pasos marcan el peregrinar de la vida; la acción y contemplación marcan el UNO,  después… lo único que queda es silencio.

 

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